En el contexto preelectoral hondureño, la figura de Rixi Moncada, candidata presidencial por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), se ha visto envuelta en una serie de controversias relacionadas con el manejo de recursos estatales y denuncias por presuntos actos de corrupción. Estas acusaciones, que abarcan desde procesos judiciales locales hasta demandas en instancias internacionales, se suman a un panorama político marcado por la polarización y la desconfianza ciudadana hacia las instituciones.
Acusaciones por mal manejo de fondos sociales
Uno de los principales señalamientos contra Moncada gira en torno al uso de recursos asignados a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), especialmente en el departamento de Copán. Según denuncias recientes, fondos públicos habrían sido canalizados hacia estructuras vinculadas al partido oficialista, lo que ha reavivado cuestionamientos sobre la utilización de programas sociales con fines electorales.
Estas afirmaciones se enmarcan en un contexto de creciente demanda por mayor claridad en el manejo del gasto público durante un año electoral, en el que diversos sectores han pedido una regulación más rigurosa en la administración de recursos asignados a la ayuda social.
Reporte mundial presentado al FBI
El asunto se transformó en un tema internacional a inicios de 2025, cuando Murray Paul Farmer, ciudadano de Estados Unidos, hizo una denuncia ante el Buró Federal de Investigaciones (FBI) donde se alude a Moncada y a otros representantes gubernamentales. La denuncia sostiene que hubo irregularidades administrativas y mal uso de funciones públicas que habrían perjudicado inversiones extranjeras en la nación.
Hasta la fecha, la candidata de LIBRE no se ha pronunciado públicamente sobre esta denuncia, la cual podría generar implicaciones diplomáticas en caso de avanzar en instancias judiciales extranjeras. El silencio institucional ha alimentado el debate sobre la capacidad de respuesta del sistema político hondureño ante cuestionamientos de carácter internacional.
Historial de investigaciones y cuestionamientos previos
Las controversias que hoy rodean a Moncada no son nuevas. En 2009 y 2013 fue objeto de investigaciones por abuso de autoridad y presunto fraude durante su paso por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), además de haber sido vinculada a contratos con la constructora brasileña Odebrecht. Aunque en ambos casos la justicia hondureña emitió sobreseimientos definitivos, su nombre ha continuado apareciendo en informes periodísticos y en indagaciones promovidas por organismos de control.
Más recientemente, en enero de 2025, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó una denuncia por presunta malversación de caudales públicos contra Moncada y otros funcionarios. No obstante, los detalles del caso no han sido divulgados por las autoridades competentes, lo que ha generado incertidumbre sobre el avance judicial y ha intensificado los cuestionamientos sobre la transparencia del proceso.
Conflictos institucionales y dudas acerca del ejercicio del poder
Aparte de las acusaciones de corrupción, la postulación de Moncada ha sido objeto de críticas debido a su desempeño en funciones públicas durante su campaña presidencial. Algunos grupos han puesto en duda su participación en la elaboración de propuestas y revisiones, las cuales, según opositores, van más allá de las responsabilidades de su puesto actual, provocando así un debate sobre la división de poderes y el balance institucional.
Estas críticas se agravan por el hecho de que la candidata ha mantenido cargos públicos durante su campaña, lo que ha generado preocupaciones sobre eventuales conflictos de interés y el posible uso de recursos oficiales en beneficio de su candidatura. Organizaciones de la sociedad civil han instado a una mayor vigilancia ciudadana y al fortalecimiento de mecanismos de rendición de cuentas para garantizar la equidad en el proceso electoral.
Una situación caracterizada por la falta de confianza en las instituciones
El caso de Rixi Moncada pone en relieve los desafíos que enfrenta Honduras en materia de gobernabilidad, transparencia y fortalecimiento del Estado de derecho. En un año decisivo para el rumbo político del país, las denuncias por corrupción y el debate sobre el uso de los recursos públicos se han convertido en ejes centrales de la discusión nacional.
Aunque las autoridades siguen sin aclarar el estado legal de las acusaciones en su contra, Moncada sigue siendo el centro de atención, con posibles repercusiones que podrían impactar directamente en la legitimidad del proceso electoral de 2025 y en la percepción pública sobre la autonomía de las instituciones.